3 pistas sobre la relación entre hormonas y piel
Hoy quiero recorrer contigo 3 pistas sobre la relación entre hormonas y piel y que pueden estar detrás de un desequilibrio. He querido recopilar los 3 escenarios que más veo en la consulta por si te pueden servir o si pueden serle de utilidad a alguien que conozcas.
Además vas a poder encontrar posibles desequilibrios hormonales que pueden estar detrás de tus problemas de piel.
Antes de comenzar, déjame recordarte algo: La piel, nuestro órgano más extenso, no sólo nos protege de las posibles agresiones del exterior, sino que también narra historias ocultas sobre cómo se encuentra nuestra salud hormonal.
Pista 1: Acné y exceso de sebo
Una de las principales pistas que nos da la piel es el acné, de hecho muchos de los casos que tengo en la consulta, son relacionados con esto.
Este incómodo invitado no sólo es una preocupación durante la adolescencia. No se si en tu caso concreto tuviste un acné muy fuerte de pequeña o simplemente algunos granos que no pasaron a mayores.
Sin embargo, el acné hormonal en mujeres adultas, puede ser una clara señal de desequilibrio hormonal. Por eso, en muchos casos la recomendación es tomar anticonceptivos (y desconectar el ciclo menstrual) en lugar de compensar ese desequilibrio.
Los andrógenos, como la testosterona, la androstendiona y otras hormonas estimulan nuestras glándulas sebáceas, provocando un exceso de sebo.
Este exceso puede obstruir los poros, formando el terreno perfecto para las bacterias y desencadenando brotes de acné.
Porque detrás de los episodios de acné también tenemos un desequilibrio en la microbiota cutánea latente. O como se llama oficialmente: la dermobiota.
En mi curso Cuida tus hormonas sin anticonceptivos , te doy alternativas saludables y naturalmente efectivas para el cuidado de tu salud hormonal.
La conexión entre hormonas y piel se manifiesta claramente aquí
Durante momentos hormonalmente clave como la menstruación, el embarazo o la menopausia, los cambios en los niveles de estrógeno y progesterona pueden agravar esta situación. ¿Te suena esto?
A mi por ejemplo, algo que me pasa de vez en cuando (justo antes de la regla me sale un grano – uno sólo, eso sí gigante y doloroso – evidentemente esto no es acné, pero es la prueba de que fluidifico peor las grasas y se obtura algún poro y aparece mi grano pre-regla. Al igual que le sucedía a mi madre, al igual que le sucedía a mi abuela. ¡Una bonita herencia hormonal!
En mi caso, observo claramente que si un mes estoy más estresada, si he tenido que comer más veces fuera de casa o no me he cuidado lo suficiente, ¡plof! Ahí que aparece, porque digamos que tengo “predisposición familiar» a que aparezca…
Pero no siempre hablamos de 1 granito suelto, cuando hablamos de acné nos referimos a algo más serio. Comprender esta relación nos permite abordar la raíz del problema a través de estrategias que equilibren nuestras hormonas y, en consecuencia, nuestra piel.
En tu caso, ¿Has observado si con el ciclo, con el embarazo o desde que has entrado al climaterio ha aparecido acné?
Pista 2: Sensibilidad, picor y enrojecimiento
A menudo asociados con una acumulación de histamina (seguro que te suena porque en las alergias donde esta sustancia está por las nubes, el tratamiento oficial son los antihistamínicos) o a veces con condiciones como la rosácea.
Muy rápidamente, te cuento que la rosácea es una afección de la piel que causa síntomas como erupciones cutáneas y rojeces.
Aunque la causa exacta sigue siendo un misterio, hoy en día sabemos que tiene una componente inmunitario (es decir que está relacionada con esa defensa natural del cuerpo que a veces se activa más de lo debido en nuestra piel, en este caso, especialmente en la cara).
La sensibilidad, el picor y el enrojecimiento, aunque no lo creas nos hablan mucho sobre cómo están relacionadas nuestras hormonas y piel. Por ejemplo, en el caso de la rosácea en mujeres puede empeorar cuando nos acercamos a la menopausia, por el cambio hormonal que se está produciendo.
Y esto, en el fondo lo que significa es que la piel no sólo nos protege y nos cubre, sino que también refleja lo que está sucediendo dentro de nuestro cuerpo, incluso a nivel hormonal.
Tanto si el picor/sensibilidad vienen de un exceso de histamina (que nuestro hígado no está pudiendo eliminar bien porque está ocupado gestionando las fluctuaciones hormonales o un exceso de hormonas del estrés) como si es por un diagnóstico de rosácea (aquí más que picor hablamos de enrojecimiento de piel, sobre todo de mejillas), tenemos que preguntarnos cómo están mis hormonas.
Entender estas señales nos da una hoja de ruta para cuidar mejor nuestras hormonas y piel y mantenerla saludable.
Amenorrea hipotalámica y sequedad
Si esta palabra no te suena de nada, te cuento en qué consiste: básicamente es un desequilibrio hormonal caracterizado por la ausencia de períodos menstruales que se produce por “problemas en la comunicación” entre la hipófisis del cerebro y los ovarios.
Imaginate que el cerebro y los ovarios, no se hablan por un periodo de tiempo.
Es decir, que tu cerebro no da la orden a tus ovarios de que inicie el proceso de maduración del folículo, que dará lugar a la ovulación.
Y que al mismo tiempo tus ovarios, no arrancan a producir estradiol (el tipo de estrógenos que se fabrica en exclusiva en los ovarios y que influencia no sólo en el ciclo, sino en nuestra salud neurológica, en nuestro apetito o en la salud de nuestra piel/cabello, por mencionar algunas).
Por eso, las mujeres que llevan tiempo sin ciclos (es decir, sin ovulación ni menstruación), suelen tener piel con tendencia a resecarse en verano con el calor o en invierno con las calefacciones. Además de sequedad de ojos o incluso sequedad vaginal.
Igual, si estamos hablando de una chica de 20, parece que al ser joven esto no se nota pero sí. A nivel interno claro que se nota, porque el impacto de los estrógenos se manifiesta en la producción de colágeno, no sólo en la capacidad de la piel de mantenerse hidratada.
La amenorrea hipotalámica es un desequilibrio que también puede empeorar la salud de nuestra piel y nuestros tejidos, por lo tanto si no menstruas, no olvides cuidar tu piel, mientras también tratas de poner orden en tus ciclos menstruales con ayuda de un/a profesional de la salud..
Hipotiroidismo y sequedad
El hipotiroidismo, que es esa condición en la que la glándula tiroidea está ralentizada y no produce suficientes hormonas, este efecto entre otras cosas produce un enlentecimiento del metabolismo.
Una mujer con hipotiroidismo se encuentra cansada, con pocas ganas de hacer cosas, con sensación de frío, neblina mental, menstruaciones irregulares, caída del pelo…
La reducción en la actividad tiroidea puede llevar también a sequedad en mucosas y piel, manifestándose en síntomas como ojos secos o piel agrietada (piel de los labios, por ejemplo).
Esto se debe a que la actividad hormonal de nuestra tiroides está intrínsecamente vinculada con la regulación de la hidratación y la elasticidad de la piel.
Mantener un equilibrio tiroideo no sólo es importante para cuidar nuestro metabolismo, para sentirnos con energía y por supuesto para que nuestra calidad de vida sea óptima, también para mantener la piel saludable y resiliente. Estas tres pistas:
- Acné y exceso de sebo
- Sensibilidad, picor y el enrojecimiento
- Sequedad y pérdida de elasticidad
Son mensajes claros de nuestro cuerpo sobre el estado de nuestras hormonas.
La buena noticia es que tenemos muchas herramientas para equilibrarlos. Desde la alimentación, el estilo de vida, estratégias de autocuidado, que pueden ayudarnos a restaurar el equilibrio y recuperar nuestra piel. La clave está en ver si efectivamente existe una relación con nuestras hormonas y ponernos a ello.
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Un aceite rico en antioxidantes, sin disruptores endocrinos, que está pensado para las pieles que necesitan un mimo y cuidado especial. Esta idea nació para poder tener un espacio de desconexión, autocuidado y el poder crear un spa en casa.
La piel es mucho más que nuestra cubierta exterior; es un espejo de nuestra salud interna, especialmente de nuestro equilibrio hormonal. No nos quedemos sólo en los síntomas superficiales, sino que busquemos las causas que pueden estar relacionadas con nuestras hormonas. Así, cuidar de nuestra piel se convertirá en una forma de cuidar nuestro bienestar general.
Espero que este artículo te haya servido para unir puntos entre la relación que existe entre hormonas y piel. Si te gustaría escuchar el episodio del podcast, sólo tienes que hacer click aquí.
Si quieres conocer más acerca de estos temas (que a mí me apasionan) En mi canal de youtube puedes encontrar muchos recursos sobre el maravilloso mundo de la relación entre hormonas y piel.
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