Menopausia y piel: cambios y soluciones

Vamos a abrir las puertas a un tema que nos toca a todas las mujeres (porque es lección obligatoria. Todas, si vivimos lo suficiente vamos a llegar ahí): la menopausia. 

Cada vez tenemos más información sobre la menopausia, sobre todo llegamos a ella si es que tenemos síntomas o cambios asociados a esta etapa, pero poco se escucha de la conexión entre menopausia y piel.

Es evidente que esto es de mucho interés, de hecho es algo que a partir de los 40 nos empieza a preocupar un poco más porque los cambios comienzan a ser más evidentes; y además no olvidemos toda la publicidad a nuestro alrededor de productos «anti-edad». 

Y aunque seguro que algunos de los que se anuncian son maravillosos, un sérum o crema tiene sus límites, es innegable que la piel cambia con la edad y que necesitamos también cuidarnos desde dentro.

En definitiva significa pensar en nuestro autocuidado de manera activa (hago cosas para estar mejor, y para tener la piel mejor) en lugar de esperar a ver los resultados “mágicos” de cualquier producto, sin cambiar mis hábitos o mi alimentación

La menopausia y su impacto en la piel

Hay algo que está claro: la menopausia tiene impacto en nuestra piel. Porque la piel envejece con el paso del tiempo.

A partir de los 35 ya notamos algunas líneas de expresión, pero sobre todo lo notamos cuando nos acercamos a la última menstruación.

Aunque la menopausia no es un desequilibrio en sí misma, sino una etapa natural en la vida femenina, por la que todas las mujeres longevas vamos a pasar. Sí que debemos tener en cuenta que los cambios hormonales que la acompaña tienen un impacto significativo en la piel. 

Disminución del estradiol

La menopausia no sólo marca el fin de los ciclos menstruales, sino que trae consigo una serie de cambios hormonales, siendo el más significativo la disminución de los niveles de estradiol, un tipo de estrógeno que fabricamos en los ovarios. Este descenso hormonal no es trivial; tiene un impacto directo en todos los lugares que contienen receptores de esta hormona.

Esta etapa puede llevarnos a que a medida que pasamos de perimenopausia a postmenopausia, vamos observando la piel más seca, menos elástica y más susceptible a las arrugas y líneas de expresión finas. 

Por eso, es importante abordar estos cambios con una rutina de cuidado de la piel que responda a las necesidades específicas durante y después de la menopausia, para mantener la piel lo más saludable y nutrida posible. Que la piel es mucho más que nuestra cubierta exterior; es un espejo de nuestra salud interna, especialmente de nuestro equilibrio hormonal.

Cambios hormonales

A menudo, miramos nuestra piel únicamente con las gafas de la belleza estética y claro que todas queremos una piel bonita (como la que sale en las revistas: aunque en el fondo sabemos que esa piel photoshopeada, no exista), pero algo que muchas veces se nos escapa es que en realidad nuestra piel puede ser un reflejo directo de lo que ocurre en nuestro interior, especialmente con nuestras hormonas.

Y es que hay circunstancias en las que los cambios o desequilibrios hormonales, son la guía perfecta para saber que hay algo que no marcha del todo bien, algunos de estos cambios son el hipotiroidismo y la amenorrea hipotalámica de los cuales te hablo en este otro artículo. 

Efectos en la hidratación y elasticidad de la piel

El estradiol ha estado nutriendo e hidratando nuestros tejidos desde la pubertad. Las hormonas juegan un papel importantísimo en la producción de colágeno y elastina, además de en la capacidad de la piel para retener hidratación, manteniendo así su elasticidad y firmeza. Por eso, situaciones como la amenorrea hipotalámica, el hipotiroidismo o la menopausia pueden manifestarse también en la piel.

Factores que aceleran el envejecimiento de la piel

Pérdida de grasa subcutánea

La piel envejece porque la grasa subcutánea disminuye, provocando pérdida de volumen o flacidez. Esto ocurre debido a varios factores:

• Paso del tiempo: El tiempo deja marcas en la piel a cambio de experiencia y sabiduría.
• Exposición a luz azul y UV: La exposición prolongada a la luz azul, quemaduras solares y rayos UV dañan la elastina del tejido.
• Deshidratación del tejido: En personas fumadoras o grandes bebedoras de alcohol o café, la deshidratación es común.
• Dieta baja en proteínas y grasas: Esto reduce la capacidad del cuerpo para reparar y formar nuevo colágeno y elastina.
• Estrés crónico: El estrés prolongado aumenta la producción de cortisol, que puede degradar el colágeno.
• Falta de ejercicio: La insuficiente actividad física reduce la circulación sanguínea, afectando la salud de la piel.

Si quieres conocer más acerca de estos temas (que a mí me apasionan) En mi canal de youtube puedes encontrar muchos recursos sobre el maravilloso mundo de la relación entre menopausia y piel.

Estrategias para cuidar la piel durante la menopausia

Nutrición y autocuidado

Ante estos desafíos, el autocuidado y una nutrición adecuada son nuestras mejores herramientas. Desde la alimentación podemos aumentar el consumo de omega-3 (del pescado azul o las semillas de lino/chía), antioxidantes (de las frutas y verduras frescas) y fitoestrógenos naturales (como los lignanos del lino/chía, las isoflavonas de las legumbres y el resveratrol que encontramos en la piel de la uva morada).

Técnicas de automasaje y rutinas de cuidado personal

Incorporar técnicas de automasaje y rutinas de cuidado personal específicas puede ser tremendamente beneficioso. Las técnicas de automasaje no sólo nutren la piel y estimulan nuestra circulación, sino que también ofrecen un momento de conexión y cuidado íntimo con nuestro cuerpo.

Para ello me hace mucha ilusión recomendarte Serena Body Oil, un aceite corporal que he desarrollado y formulado de la mano de LaMixtura Skin Care. 

Un aceite rico en antioxidantes, sin disruptores endocrinos, que está pensado para las pieles a partir de los 40 que necesitan un mimo y cuidado especial. Esta idea nació para poder tener un espacio de desconexión, autocuidado y el poder crear un spa en casa.

Aquí te dejo una pequeña rutina de automasaje de cuello y escote que puedes implementar en tus momentos de conexión:

La menopausia es una etapa de transformación vibrante que tiene sus retos y también sus regalos. En el caso de la piel, debemos ser muy conscientes de que necesitamos adaptar nuestros cuidados y atenciones con una nueva visión. 

Hoy, enfocándonos en la menopausia y piel, te invito a que revises cómo es tu contexto (tus hábitos, tu nivel de estrés, tu alimentación, si haces ejercicios, cómo está tu vitamina D…) para que puedas abrazar esta nueva etapa con confianza y sobre todo con disfrute.

Yo estaré encantada de acompañarte en este viaje de descubrimiento y empoderamiento femenino, donde aprenderemos juntas a cuidarnos en armonía con los ritmos naturales de nuestro cuerpo.