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Reducir el gluten para mejorar tu salud hormonal

Imagina tu día a día: desayunas con un café y galletas, a media mañana en el trabajo, una tostada de pan blanco; luego, al mediodía, un buen plato de pasta y, por la tarde, quizás una magdalena o un muffin. Terminas el día con una cena sencilla, una tortilla con dos o tres rebanadas de pan.

Es un día común, ¿verdad? No parece que nada de esto pueda afectar demasiado, pero al mismo tiempo, llevas meses o años lidiando con problemas como ciclos menstruales dolorosos, brotes de acné, cambios de humor, o incluso fatiga que no termina de irse. Y puede que nadie te haya contado nunca que, al menos en parte, lo que estás comiendo puede estar impactando directamente en cómo te sientes.

Me gustaría contarte en qué problemas de salud es recomendable reducir o eliminar el gluten y cómo puedes hacer cambios prácticos y sostenibles. De hecho si quieres escuchar el episodio de mi podcast que dediqué a este tema, te lo dejo por aquí:

Dieta baja en gluten

Antes de comenzar, aclaremos lo que significa “dieta baja en gluten”. No se trata de eliminarlo por completo, a menos que haya un diagnóstico médico de celiaquía o intolerancia, pero sí de reducir su presencia en la dieta.

Una dieta baja en gluten se basa en minimizar las fuentes evidentes de este componente, especialmente en alimentos como pan, pasta y bollería hechos de trigo, sin necesidad de obsesionarnos. Esto no solo es más práctico, sino que para muchas mujeres con problemas hormonales resulta suficiente para notar beneficios. Al evitar una parte del gluten, reducimos el impacto inflamatorio, sin llegar a la complicación de eliminarlo del todo.

A continuación te presento unos ejemplos en los que reducir el gluten podría ayudarte a equilibrar tu cuerpo y mejorar tus síntomas:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Problemas de tiroides, especialmente el hipotiroidismo y la tiroiditis de Hashimoto.

En el caso de los problemas de tiroides, especialmente en el hipotiroidismo y la tiroiditis de Hashimoto, el gluten puede ser problemático. ¿Por qué? El gluten tiene una estructura similar a una enzima que desencadena una respuesta autoinmune contra nuestra propia tiroides en personas con predisposición. En casos de Hashimoto, reducir el gluten puede ayudar a reducir la inflamación y proteger la función tiroidea que aún tenemos. No se trata de una cura, pero sí de una ayuda para reducir la carga inflamatoria en el sistema.

Menopausia y perimenopausia

Durante la menopausia y la perimenopausia, nuestras hormonas cambian y con ellas nuestra capacidad para resolver la inflamación. Los estrógenos disminuyen, y con ellos también perdemos su capacidad antiinflamatoria. Reducir el gluten en esta etapa puede ayudarnos a mantener la inflamación bajo control y a experimentar una menopausia más equilibrada. En esta entrada del blog, puedes ver más información.

Síndrome de ovario poliquístico (SOP)

El SOP está asociado a la resistencia a la insulina y al desequilibrio de andrógenos, y una dieta alta en gluten puede empeorar esta condición. Reducir el gluten puede ayudar a estabilizar los niveles de glucosa y, por tanto, mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que a su vez contribuye a equilibrar la producción hormonal. Es un paso sencillo que puede aliviar los síntomas y hacerte sentir con más energía.

Endometriosis

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica, y reducir el gluten puede ser muy beneficioso para mantener esta inflamación controlada. Al minimizar el gluten, ayudamos a reducir la carga inflamatoria y a mejorar los síntomas. En endometriosis, cualquier ayuda para reducir el dolor y la inflamación es bienvenida, y esta es una de las más efectivas.

Migrañas y dolores de cabeza hormonales

Si sufres migrañas, sobre todo durante ciertas etapas de tu ciclo menstrual, es posible que el gluten esté influyendo. Las migrañas pueden estar relacionadas con el equilibrio hormonal y la inflamación en nuestro sistema. La dieta baja en gluten puede ser un buen paso para reducir la inflamación y así mejorar la frecuencia o intensidad de las migrañas.

Cansancio crónico y niebla mental

Ese cansancio inexplicable, esa niebla mental que parece nunca despejarse, reducir el gluten puede ayudarte a aclarar la mente y mejorar tu energía. Si eres sensible al gluten y este genera inflamación en tu intestino, esa inflamación también se refleja en tu energía y claridad mental. Una dieta baja en gluten puede ser clave para recuperar energía y ayudarte a estar más lúcida. Y si no, pruébalo durante 15-20 días y me cuentas si te sientes mejor.

Acné hormonal y otros problemas de piel

Nuestra piel refleja el estado de nuestro intestino. Y aunque intestino y piel, a priori pueda parecer que no están relacionados, ya te adelanto que sí. El gluten puede empeorar el acné y otras afecciones cutáneas en mujeres con sensibilidad. Debido a que el gluten puede contribuir a la inflamación del intestino, que a su vez afecta la piel.

Reducir el gluten en la dieta puede dar un respiro a nuestra piel y ayudarnos a combatir el acné de una forma más natural. ¿Has probado todo tipo de productos para el acné? Prueba a reducir el gluten de tu alimentación a ver como responde tu piel, quizás te sorprendas.

 

 

 

 

 

Dieta baja en gluten sin complicaciones

Te dejo algunos consejos fáciles de implementar para llevar una dieta baja en gluten de forma práctica:

  1. Empieza por reducir, no eliminar. Puedes empezar cambiando el pan de trigo por otras opciones más saludables, como el pan de espelta o centeno. Aunque la espelta contiene gluten, su estructura molecular difiere del gluten del trigo moderno. La idea es hacer cambios graduales y sostenibles.
  2. Aprovecha los alimentos frescos. Verduras, frutas, proteínas y frutos secos son naturalmente libres de gluten y están cargados de nutrientes.
  3. Incorpora cereales sin gluten. La quinoa, el mijo y el amaranto son excelentes opciones y te permiten hacer muchas recetas creativas, nutritivas y deliciosas.
  4. Explora recetas caseras. La repostería casera sin gluten es posible, puedes hacer muffins, pancakes o tortitas con harinas de almendra, coco o trigo sarraceno (como los crepes bretones, deliciosos y super saciantes).
  5. Escucha a tu cuerpo. Lo que queremos es observar cómo te sientes. Estos cambios no son para crear prohibiciones, sino para entender mejor lo que tu cuerpo necesita y cómo responde.

Recuerda que reducir el gluten no tiene que ser una limitación, sino una oportunidad de cuidar nuestro cuerpo y nuestras hormonas de forma sencilla y consciente.

Si te resuena alguna de estas situaciones, te invito a probar una dieta baja en gluten durante unas semanas, y observar cómo te sientes.

La alimentación es una herramienta poderosa, y cuando la usamos con conciencia, podemos notar cambios que nos conectan mejor con nuestro cuerpo y nos ayudan a vivir con más energía y equilibrio.

     

 

marta leon

Sobre la Autora:
Marta León

Mi historia comienza en una granja en el Mediterráneo. He escrito 3 libros sobre salud hormonal femenina y llevo más de una década acompañando a mujeres a cuidar sus hormonas desde la alimentación y los cambios de estilo de vida. 

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