Cuidados de la piel en la menopausia: un enfoque consciente

Este artículo llega a ti gracias a Serena Body Oil de Lamixtura By Marta León

A partir de los 40, nuestro cuerpo comienza a contarnos cosas nuevas. Cambios en la energía, en el ritmo, en el estado de ánimo y por supuesto, también en la piel. A veces sentimos la piel más seca, más fina, menos luminosa.

No es casualidad: la perimenopausia y la menopausia traen consigo transformaciones hormonales profundas que se reflejan directamente en nuestra barrera cutánea, nuestra hidratación y nuestra elasticidad. Y por eso, hoy quiero abrir este espacio contigo, para compartir desde la experiencia, desde lo vivido y lo conversado con mujeres increíbles como Mery Escuin, facialista integrativa, y tantas otras con las que he tenido la suerte de cruzarme en este camino de autocuidado y conciencia.

Este artículo nace desde un lugar íntimo y cálido. Desde la piel. Y desde ahí te hablo. Con cariño, con sencillez y con el deseo de que este recorrido te inspire a crear tu propio ritual de belleza natural, sin presiones, sin filtros, con placer.

Vamos a hablar de cómo evitar la sequedad en la menopausia, qué cuidados necesita nuestra piel madura, qué papel juega el automasaje, la alimentación, y cómo puedes crear un espacio para ti cada día, aunque solo sean cinco minutos. Porque sí, la salud hormonal femenina se refleja también en el espejo, pero sobre todo, en cómo te sientes por dentro. Y cuidar de ti nunca debería ser un lujo. 

La piel como espejo del equilibrio hormonal

Hace unos meses, en una de las grabaciones del podcast Cuida tus hormonas comiendo rico, hablaba con Mery sobre algo que muchas veces olvidamos: nuestra piel no sólo nos protege del exterior, también refleja lo que está pasando dentro.

En la perimenopausia y la menopausia, los estrógenos comienzan a disminuir y eso afecta directamente a la estructura cutánea. La piel se vuelve más fina, más seca y menos elástica. ¿Te suena esa sensación de tirantez al salir de la ducha? ¿O esa falta de brillo que antes no estaba? No estás sola.

Uno de los primeros pasos para acompañar estos cambios es entenderlos. El climaterio no es un enemigo a vencer, es una etapa natural que podemos transitar con conciencia y placer. Y sí, existen tratamientos naturales para la menopausia que pueden ayudarnos muchísimo, desde aceites esenciales, infusiones para sofocos, hasta suplementos como el magnesio para la menopausia, que mejora el sueño, la tensión muscular y la calma emocional.

Mery lo resume muy bien: “la piel cambia, sí, pero también es una invitación a cuidarnos desde otro lugar”. Por eso creamos Serena Body Oil, un aceite corporal natural, libre de disruptores endocrinos, pensado específicamente para devolverle a tu piel el confort que se merece durante esta etapa. No necesitas veinte productos. Necesitas rituales simples, constantes y amorosos.

Y aquí va uno de los grandes secretos: lo que comes también se nota en tu piel. La salud hormonal femenina empieza en el plato, en lo que eliges día a día. Por eso cada vez hablo más de alimentación en menopausia, de nutrición celular, de cómo equilibrar las hormonas desde lo cotidiano. No hay fórmulas mágicas, pero sí herramientas valiosas que están al alcance de tu mano.

Mery Escuin: del arte a la piel, una mirada integrativa

Teníamos muchas ganas de conocer mejor a Mery, de escuchar su historia y entender qué la llevó a especializarse en pieles sensibles y en el cuidado integrativo del rostro.

Ella no es solo facialista, es una artista del cuidado. Su historia empieza en la infancia, rodeada de mujeres que se cuidaban con cremas y colonias, jugando a vender cosméticos recortados de revistas. Y sigue con una formación en historia del arte, bellas artes, naturopatía y técnicas orientales de Medicina Tradicional China.

Su piel, muy sensible y con rosácea, la llevó a especializarse en pieles reactivas, en acompañar a mujeres que, como ella, habían perdido la confianza en su piel, incluyendo aquellas que están atravesando un proceso oncológico y necesitan un cuidado aún más consciente y respetuoso.

“Todo lo que hago en cabina tiene una parte creativa”, me decía. “Es como un ritual donde entran en juego las texturas, los olores, el masaje, el contacto”. Y sí, cuando hablas con Mery entiendes que el cuidado de la piel no es sólo cuestión de estética, sino también de salud emocional. El automasaje facial que ella promueve no sólo mejora la circulación o la firmeza, también alivia tensiones, conecta con el placer, con la sensación de estar presente en tu cuerpo.

Una de las cosas que más me gustó de su enfoque fue el minimalismo. Menos productos, más conciencia. Menos capas, más contacto. “Limpiar, hidratar, proteger y movilizar”, resume. Y dentro de esa movilización, el automasaje ocupa un lugar central. No necesitas mucho tiempo, sólo constancia. A veces dos minutos bastan para que el rostro se relaje y se ilumine de nuevo.

Cambios en la piel durante la menopausia: entender para cuidar

Cuando llegamos a esta etapa vital, muchas empezamos a notar síntomas nuevos: sequedad, picor, pérdida de firmeza o esa sensación de que la piel ya no responde igual. Lo que ocurre es que los niveles de estrógeno disminuyen de forma progresiva, y con ellos se reduce también la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

Estos tres elementos son fundamentales para mantener la estructura y la elasticidad de la piel, por lo que su descenso provoca una piel más frágil, más fina, y con menor capacidad de retener agua, comenta Mery.

Además, durante la perimenopausia, muchas mujeres notan cómo su piel se vuelve más sensible o reactiva. Esto no es casualidad: hay una alteración en la barrera cutánea, lo que puede facilitar reacciones adversas, enrojecimiento, o incluso brotes de afecciones como la rosácea.

Muchas mujeres notan que cualquier cambio en la rutina les afecta más que antes. Cuidar una piel madura no es simplemente “hidratar más”, sino saber leer sus nuevas necesidades y acompañarla con paciencia y cariño.

Luego también hay una reducción en la capacidad de renovación de la piel y esto lo que provoca es que veamos las pieles más opacas, con menos luminosidad, más ásperas o con más textura. Aquí voy a hacer un paréntesis y es que la piel tiene textura, ya tengamos la edad que tengamos, la piel tiene textura, tiene poros y suceden cosas en su superficie y está bien.

¿La buena noticia? Podemos hacer mucho para acompañar este proceso.

• Apostar por una alimentación antiinflamatoria y rica en antioxidantes.
• Introducir aceites vegetales para la piel con alto contenido en omegas y vitamina E.
• Evitar productos con alcoholes agresivos o perfumes artificiales.

Y sobre todo: dar espacio al autocuidado personal como rutina diaria. Porque no se trata solo de prevenir arrugas, sino de reconectar con una misma en una etapa que puede ser profundamente transformadora.

Automasaje y tratamientos médico-estéticos: lo que sí puedes hacer

Muchas mujeres que llegan a la consulta de Mery también han pasado por procedimientos médico-estéticos como neuromoduladores (tipo botox) o rellenos con ácido hialurónico, y se preguntan si pueden seguir haciéndose automasajes.

La respuesta de Mery es clara: sí, con conciencia. Por ejemplo, si te has puesto toxina botulínica, es importante esperar al menos 72 horas antes de masajear la zona. Después de eso, no sólo puedes seguir con el automasaje, sino que incluso puede ayudarte a espaciar las aplicaciones, ya que mejora la movilidad y la armonía facial.

En el caso de los rellenos, hay que esperar un poco más, pero un buen masaje puede evitar que se encapsulen y favorecer que se integren de manera más natural. Como siempre, lo más importante es comunicarlo abiertamente con tu facialista o con la persona que te haya realizado el tratamiento. No hay nada que esconder.

Mery insiste mucho en esto: “Cada mujer tiene su proceso, no se trata de juzgar, y no hay que tener miedo. Si sabes lo que te has hecho, puedo ayudarte a mantener los resultados y sentirte bien con tu piel”.

Autocuidado emocional en el climaterio: una piel que también siente

La piel en esta etapa no solo necesita hidratación o firmeza. También necesita escucha, pausa, amabilidad. El climaterio es un momento de tránsito interno muy profundo: cambian las hormonas, cambia el cuerpo, y también cambia nuestra forma de estar en el mundo. Por eso, cuidar la piel es también una forma de sostenernos emocionalmente. No es solo belleza exterior, es pertenencia, identidad, vínculo con nosotras mismas.

Cada gesto de autocuidado —al masajearte, al elegir una crema con aroma suave, al darte un minuto más en la noche— es una forma de decirte: “me veo, me merezco, me importo”. Y en un mundo que muchas veces corre demasiado, estos pequeños rituales son espacios de resistencia, de reconexión, de calma.

Como mujeres, tenemos una capacidad increíble de cuidar a los demás. Pero en esta etapa, el cuerpo nos pide volvernos hacia adentro. El automasaje se vuelve una meditación. La elección de un aceite corporal natural se transforma en un acto de presencia. La nutrición se convierte en medicina emocional. Y todo esto, poco a poco, va fortaleciendo también nuestra piel, porque está sostenida desde un lugar más profundo.

No es casual que muchas mujeres, al incorporar estos cuidados, no solo se vean mejor… sino que se sientan mejor. Más en paz. Más centradas. Más ellas mismas. Ese es el verdadero brillo que buscamos.

Conclusión: tu piel como camino de vuelta a ti

Cuidar tu piel durante la menopausia es mucho más que una rutina. Es una declaración de amor propio, una forma de reconciliarte con tu cuerpo y con esta nueva etapa que empieza. No necesitas hacerlo perfecto. Sólo necesitas empezar. Con lo que tienes, con lo que sabes hoy, con lo que puedes sostener desde tu realidad. Porque todo suma.

Si algo quiero dejarte con estas líneas, es la certeza de que el cuidado consciente transforma. Que una piel luminosa no nace de seguir modas, sino de conectar contigo misma. Que el equilibrio hormonal, el descanso, la alimentación, el automasaje y tu forma de hablarte importan. Y que siempre, siempre estás a tiempo de darte más suavidad, más pausa, más presencia.

Porque tú también mereces ese cuidado. Porque este cuerpo, esta piel, esta historia, siguen siendo tu hogar.

Preguntas frecuentes sobre el cuidado de la piel en la menopausia

¿Qué es bueno para la piel en la menopausia?

Cuidar la piel durante la menopausia implica algo más que productos. Es necesario un enfoque integrativo que combine alimentación antiinflamatoria, hidratación consciente, productos naturales sin disruptores endocrinos y técnicas como el automasaje facial. Ingredientes como aceites ricos en omegas y magnesio pueden ser grandes aliados desde adentro y desde afuera.

¿Cuál es el mejor cuidado de la piel para la menopausia?

El mejor cuidado es el que se adapta a ti, de forma amorosa y constante. Mery recomienda una rutina simple y minimalista: limpiar, hidratar, proteger y movilizar. Incorporar el automasaje ayuda no solo a mejorar la firmeza y la circulación, sino también a reconectar contigo misma.

¿Qué tomar para hidratar la piel en la menopausia?

Desde el interior, la hidratación adecuada parte de una buena ingesta de agua, alimentos ricos en antioxidantes y suplementos como el magnesio. Desde el exterior, productos con aceites naturales y texturas nutritivas —como el Serena Body Oil— ayudan a retener esa hidratación y devolver el confort a la piel.

¿Cuál es la mejor vitamina para la menopausia?

Aunque no se menciona una vitamina específica como “la mejor”, se hace hincapié en nutrientes como la vitamina C (para mejorar la absorción del colágeno), los omegas y otros antioxidantes naturales que apoyan la salud de la piel y el equilibrio hormonal.