Qué es la escala de Bristol y cómo usarla: El poder de tus heces
En este artículo aprenderás qué es la Escala de Bristol, cómo usarla y por qué puede darte pistas valiosísimas sobre tu salud intestinal y hormonal.
Tus heces son el último testigo de cómo ha estado tu microbiota, de cómo has digerido, de si hay inflamación o si tus hormonas están desequilibradas.
Hoy vamos a hablar sin filtros de todo esto. Y te prometo que lo vamos a hacer de forma sencilla, pero con rigor.
¿Por qué deberíamos observar nuestras heces?
¿Tú miras tus heces cuando vas al baño?
Porque si eres de las que tiran de la cadena sin mirar, hoy voy a invitarte a cambiar esa costumbre.
¿Por qué? Porque tus heces son una especie de informe en tiempo real de lo que está pasando dentro de ti.
🔹 Si tu intestino está inflamado, ellas te lo dicen.
🔹 Si tu microbiota está desequilibrada, ellas te lo dicen.
🔹 Y si tus hormonas andan revolucionadas, tus heces también lo reflejan.

De hecho, fueron los investigadores británicos Lewis y Heaton quienes crearon una herramienta que hoy es básica para evaluar la salud digestiva: la Escala de Bristol o la Escala de Heces de Bristol.
La escala de Bristol clasifica los tipos de heces desde la tipo 1 (durísimas, en bolitas) hasta la tipo 7 (líquidas, tipo diarrea). Entre el 1 y el 7 encontramos todos los tipos intermedios, que van desde las más duras hasta las más líquidas.
Y quizás te preguntes: ¿Hay alguna que sea “la ideal”? Pues en realidad sí, la tipo 4: alargadas, bien formadas, suaves, fáciles de evacuar, sin un olor excesivamente fuerte. Vamos, que tras tu paso por el baño no tenga que venir sanidad a clausurar la zona.
Pregúntate si alguien podría entrar al baño después de ti (sin mascarilla). Si la respuesta es sí, es una buena señal.
Cuando alguien llega a mi consulta, da igual por lo que venga: por dolor menstrual, celiaquía, climaterio… siempre le pregunto cómo son sus heces. La Escala de Bristol me ayuda a traducir esa información en pistas muy valiosas.
Y lo más interesante es que las heces cambian todo el tiempo:
- Si has estado de viaje
- Si estás nerviosa
- Si has comido algo diferente
- Si ovulaste o estás por menstruar
Todo eso se refleja en tu digestión. Y observarlo, es un acto de autocuidado.
¿Qué factores influyen en nuestras heces?
Tus heces no son solo el reflejo de lo que comes. También lo son de lo que vives.
- Tu alimentación
- Tu nivel de hidratación
- Tu estrés
- Tu actividad física
- Tu fase del ciclo menstrual
Incluso el uso de anticonceptivos, tu ritmo de vida o los productos que usas sobre tu piel. Todo deja huella en tu salud intestinal.
Y también, ojo, en tu salud hormonal.
Porque el intestino no solo digiere alimentos. También es el hogar de tu estroboloma, esa comunidad bacteriana que metaboliza los estrógenos.
¿Ves? Nada es casualidad.
👉 Si comes sin fibra… tus heces te lo dicen.
👉 Si bebes poca agua… también.
👉 Si estás estresada… lo notarás.
Por eso te propongo una herramienta: tu propio diario digestivo. Anota durante una semanita cómo son tus heces (forma, color, frecuencia) y verás qué información tan valiosa te da.
Ciclo menstrual y heces: el fenómeno del menstrual poo
Ahora vamos con un tema que sé que te va a sonar.
¿Te ha pasado que justo antes de la regla tus heces cambian? Unos días de estreñimiento, y luego, justo antes o durante la menstruación: cacas más blandas, incluso algo de diarrea.
Pues esto tiene nombre: Menstrual Poo.
Y le pasa ¡al 73% de las mujeres!
¿Por qué? Porque justo antes de menstruar, nuestro cuerpo libera prostaglandinas, unas sustancias que provocan contracciones en el útero. Y como el intestino está ahí al ladito, también se mueve más. Y claro, esto puede traducirse en:
- Más frecuencia al ir al baño
- Cacas más blandas
- Gases
- Sensación de hinchazón que luego desaparece como por arte de magia
Y no solo eso. En la fase lútea, el pico de progesterona puede ralentizar el tránsito intestinal… y aparecer el estreñimiento.
Además, durante esos días, nuestro intestino se vuelve más permeable.
Es como si bajara la guardia y eso puede influir en nuestra inmunidad, en la inflamación e incluso en cómo nos sentimos emocionalmente.
Por eso, si en esos días sientes más irritabilidad, niebla mental o fatiga, no te lo estás inventando. Tu cuerpo está haciendo un esfuerzo ENORME. Y eso también se refleja en tus heces.
Heces, salud hormonal y estrategias para cuidarlas
Vamos al grano…
¿Qué podemos hacer para que nuestras heces sean una señal de bienestar?

📌 Incluir más fibra (poco a poco)
Frutas, verduras, legumbres, semillas… ¡pero sin pasarte de golpe! Que un exceso de fibra sin adaptación puede causar hinchazón.
📌 Beber más agua
Sin hidratación no hay tránsito digestivo saludable.
📌 Movernos más
Caminar, bailar, hacer yoga… ¡Lo que sea! Pero activa tu cuerpo, porque el sedentarismo ralentiza la digestión.
📌 Gestionar el estrés
Tu intestino y tu cerebro están conectados, y si tu mente está en modo alerta constante, tu digestión lo sufre.
📌 Incluir alimentos fermentados
Kéfir, chucrut, yogur natural, miso, y por supuesto, kombucha sin pasteurizar. Esto es como añadir aliados vivos a tu microbiota.
📌 Escuchar tu cuerpo con amor
Porque cada mujer es diferente. Y tu digestión cambia según el ciclo, la edad, el estrés o incluso las emociones.
Y recuerda: las heces tipo 1 o tipo 7 no son normales.
Ni esas bolitas que te cuesta muchísimo expulsar, ni esas diarreas líquidas continuas. Si eso ocurre con frecuencia, ¡no lo normalices! Observa. Y si lo necesitas, busca ayuda.
Un nuevo hábito de autocuidado
A veces creemos que cuidarnos tiene que ver sólo con cremas, suplementos o tratamientos costosos. Y sí, todo eso puede ayudar.
Pero también es autocuidado mirarte con cariño, escucharte, preguntarte cómo estás, y sí, observar tus heces cada día
Porque ahí está la huella de lo que pasa dentro de ti. Si algo no está bien, tu cuerpo te lo dirá. Y si haces algo que te sienta bien, también.
Recuerda: tu digestión es una aliada de tu salud hormonal.
Y lo mejor de todo es que puedes influir sobre ella. Cada día. En cada comida. En cada elección.
Hoy te invito a algo sencillo pero profundo: observa tus heces. Puedes usar la Escala de Bristol como una guía práctica y amorosa para conocerte, cuidarte desde la raíz y reconectar. Porque muchas mujeres aún no saben todo lo que sus cacas les están diciendo. Y sí, ellas también hablan de ti.
PREGUNTAS FRECUENTES.
He decidido añadir esta nueva sección, con las preguntas más frecuentes sobre este tema:
¿Qué me dice la consistencia de mis heces sobre mi salud?
Mucho más de lo que imaginas. La forma, color y textura de tus heces son un espejo de tu digestión, de tu estado hormonal e incluso emocional. Cambios repentinos pueden estar hablándote de una alimentación desequilibrada, estrés, o desequilibrios más profundos. Por eso, aprender a observarlas es aprender a conocerte mejor.
¿Qué es la Escala de Bristol y cómo puede ayudarme?
Es una herramienta muy visual que clasifica la forma de las heces en siete tipos, desde bolitas duras hasta heces líquidas. Las más deseables son el tipo 3 y 4, suaves, bien formadas y fáciles de evacuar. Puedes encontrarla fácilmente en internet y tenerla a mano como una guía para ir interpretando tus señales digestivas.
¿Cuál sería la consistencia “ideal”?
Lo ideal es que tus heces sean suaves, con forma, fáciles de eliminar y sin un olor excesivo. Si cada día vas al baño de forma regular, sin dolor ni esfuerzo, estás haciendo las cosas muy bien.
¿Qué puede alterar esa consistencia?
Desde lo que comes, cómo te mueves o cómo gestionas el estrés… hasta medicamentos, cambios hormonales (¡sobre todo en nosotras!), e incluso condiciones como el colon irritable, Crohn o celiaquía. Todo está conectado.
¿Y si noto cambios? ¿Qué hago?
Observa cuánto duran y si vienen acompañados de otros síntomas. Llevar un diario de salud puede ayudarte muchísimo a detectar patrones. Pero si se prolongan más de lo habitual, o aparecen señales como sangre, dolor o diarrea persistente, consulta siempre con un profesional.
¿El ciclo menstrual afecta a la digestión?
Totalmente. Muchas mujeres notan cambios en sus heces según la fase del ciclo: estreñimiento en la segunda fase (cuando sube la progesterona), o heces más sueltas justo antes o durante la regla, por la acción de las prostaglandinas. ¡No estás sola en esto!
¿Qué puedo hacer para mejorar mi salud intestinal?
- Come con calma y masticando bien.
- Bebe suficiente agua.
- Incluye más fibra (poco a poco).
- Añade fermentados y probióticos a tu dieta.
- Muévete todos los días y busca momentos para desconectar.
Y algo muy importante: no normalices el dolor, el sangrado, el estreñimiento o el mal olor. Tu cuerpo te está hablando.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Si llevas más de dos días sin ir al baño, si te cuesta mucho, si hay sangre, dolor abdominal, o cambios repentinos que no se resuelven. No lo dejes pasar.
¿Puedo autoevaluarme en casa?
Sí, y es más fácil de lo que crees. La Escala de Bristol es un primer paso estupendo para ayudarte a interpretar si todo va bien o hay algo que revisar.
¿Las emociones también influyen?
Muchísimo. El intestino es tremendamente sensible a las emociones. El estrés, la ansiedad o la tristeza pueden alterar tu digestión. Por eso cuidarnos va más allá de lo que comemos: también necesitamos cuidarnos por dentro, con calma, cariño y mucha escucha.
¿Por qué es importante observar nuestras heces aunque no tengamos síntomas digestivos evidentes?
Porque tus heces son un reflejo directo de cómo está funcionando tu sistema digestivo y tu microbiota. Da igual si vienes a consulta por reglas dolorosas, por la menopausia o por un tema de tiroides: mirar cómo son tus heces nos da pistas valiosísimas para entender qué pasa dentro.
¿De verdad el estrés puede cambiar cómo vamos al baño?
¡Sí, amiga! El estrés afecta a tu intestino y a tu microbiota. Lo que piensas y lo que sientes también se digiere. Y por eso, ante un examen, una discusión o un pico de ansiedad… muchas mujeres notan cambios: diarrea, estreñimiento o digestiones más lentas. Así de conectado está todo.
¿Qué papel juega la alimentación?
Un papel enorme. Piensa que es la materia prima que tiene nuestro cuerpo para construir salud. Una dieta variada, rica en fibra y en alimentos reales es clave para tener unas heces saludables. Notarás la diferencia entre días de comida casera y días de comer fuera (sobre todo si comes muy procesado o muy rápido).
¿La hidratación también influye?
Muchísimo. Si no bebes suficiente agua, tu cuerpo no puede hacer bien su trabajo. Esto se traduce en heces más duras, más difíciles de evacuar, más estreñimiento… Vamos, que si no te hidratas bien, tu intestino se resiente (y tu microbiota también).
¿Moverme más puede mejorar mi digestión?
Totalmente. El movimiento ayuda a activar tu intestino, mejora la circulación y el tono del suelo pélvico. Incluso algo tan simple como no pasar el día sentada con las piernas cruzadas, ya es una ayuda para tu salud digestiva y hormonal.
¿Cómo influye el ciclo menstrual en las heces?
Mucho más de lo que imaginas. Justo antes de la regla muchas mujeres notan cambios: estreñimiento, diarrea, gases o hinchazón. Y no es casualidad: las hormonas del ciclo, como la progesterona o las prostaglandinas, afectan al tránsito intestinal y a la permeabilidad del intestino.
¿Y durante el embarazo o la menopausia?
Durante el embarazo el tránsito suele volverse más lento por la presión del útero y por las hormonas. En la menopausia, el descenso de estrógenos puede cambiar la microbiota intestinal y empeorar el estreñimiento o el malestar digestivo. Lo bueno es que, si lo sabemos, ¡podemos hacer mucho para mejorar!
¿Sabías que hasta el ambiente de tu casa o los cosméticos pueden afectar a tu microbiota?
Sí, así como lo lees. Algunos productos que usamos (desde cremas hasta ambientadores) contienen disruptores endocrinos que pueden alterar nuestras hormonas… ¡y también nuestra flora intestinal!
¿Qué puedo hacer para conocer mejor mi salud digestiva?
Empieza por observar tus heces: su forma, color, olor, frecuencia. Y anótalo si puedes, en un diario de salud. Lo que no se observa, no se puede mejorar. Escuchar a tu intestino es una forma muy bonita de autocuidado.
¿Por qué deberíamos perder el miedo o la vergüenza a hablar de nuestras heces?
Porque ahí hay muchísima información sobre tu salud. Lo que sale de tu cuerpo es un espejo de lo que está pasando dentro. Y cuanto antes lo normalicemos, antes podremos ayudarnos más (y ayudar a otras mujeres también).
0 comentarios